Costumbres mineras compartidas por Bolivia y Perú
Sabemos que Bolivia y Perú son solo dos del total de países sudamericanos que se dedican a las actividades metalúrgicas, es decir, a la explotación de yacimientos mineros, su comercialización y su exportación al resto del mundo, sin embargo, son estos dos los únicos en los que las costumbres locales están muy arraigadas a quienes se dedican a los trabajos más pesados.
Los mineros bolivianos y peruanos son, por lo general, descendientes de otros mineros que han sufrido las peores condiciones de trabajo, ya sea por el clima frío de las minas, por la falta de oxígeno en las profundidades de un socavón, por lo tedioso que implica el soportar cargas pesadas o por el ruido abrumador de las dinamitas.
Las familias integradas por mineros bolivianos y peruanos sufrieron por años las injusticias provocadas por las malas decisiones de los gobiernos de ambos países, los cuales ponían en segundo plano la salud, seguridad y una buena retribución a los mineros. Esto implicaba que los trabajadores mineros, aunque mal pagados, no desistían de sus esfuerzos y, por el contrario, despertaban pasión en su oficio. Para leer este y otros artículos similares, visita el sitio web oficial de Fidel Sánchez Alayo.
Ritos y costumbres que van de la mano con la minería
La pasión por estas actividades era y sigue siendo tanta, que recurrían a tradiciones y costumbres como ritos y plegarias a entidades divinas, tanto del mundo andino como de la religión católica cristiana, las cuales se fusionaron de tal manera que, en la actualidad, es admirable como los mineros las mantienen vivas e intactas.
En esta oportunidad, mencionaremos algunas de estas costumbres y tradiciones que, de acuerdo a la interpretación de los trabajadores mineros, da fuerza y seguridad a la hora de entrar a lo más profundo de una mina.
Ahora bien, una de las razones que explica el por qué Bolivia y Perú comparten estas costumbres es el hecho de que ambos son países andinos, cuyos ascendientes son los incas, además de otras culturas y civilizaciones milenarias que aportaron en las mismas costumbres y tradiciones. Es en la zona andina de ambos países donde la mayor parte de las minas se ubican, por lo que se entiende esta semejanza.
Las costumbres y tradiciones a las que hacemos referencia son los ritos y ch’allas, que son peticiones y bendiciones que se traducen en sacrificios de algunos animales, además de regar la tierra con sangre, alcohol y otras especias que atraen un buen augurio.